30/7/12

Capítulo 2


Estoy razonando (1)
Fin del mundo, vaya. ¿De dónde me he sacado eso? Creo que me han comido demasiado la cabeza las noticias y los foros de internet. Pero me suena demasiado, y no sé por qué pero lo asocio al color amarillo.
Amarillo. ¡Como mi sueño! Iba sobre el deshielo, ¿verdad? Un deshielo amarillo porque había mucho sol… No, no era eso. No me acuerdo.
Amarillo, amarillo… El sol es amarillo, pero… Pero no era del todo amarillo, era un sol enorme. Joder, el sol. Y aquel mar tan enorme, y el prado negro. Y la mano gigante que agarraba el sol. Y esa voz…  una vez que descubras de qué color está hecha… ¿De qué color está hecha la qué? Pues amarillo, supongo, jajaja. ¿No? Porque todo era amarillo, dudo que hubiera otra cosa que no lo fuese. O negro, quizás era negro… todo se convertirá en nada… En nada... La nada. De qué color está hecha la nada… Menuda pregunta, blanca. O negra. O azul marino, pero no puede ser un color intenso. Debería ser negra, porque el negro es la ausencia de color, y en la nada no hay nada, ni siquiera color. O quizás sea blanca, porque al absorberlo todo, todos los colores… Bueno, ya sabes. O quizás no te da tiempo a descubrir de qué color es. ¿Te imaginas? Te das la vuelta para descubrirlo y ¡zas! Todo desaparece. Sería horrible…
Joder, miedo el sueño, ¿no? Pero no recuerdo haberme despertado porque fuese una pesadilla, ¿por qué? Supongo que no lo sería, pero visto ahora, estando despierta… ¿Quién querría estar en un mundo amarillo y sucio? Con plantas negras, una mano gigante… Y sin poder darte la vuelta porque detrás no hay nada y la nada… te come. Quizás no me desperté porque no me di la vuelta. O quién sabe, en aquel momento no tenía miedo. Debo admitir que era un sueño alucinante. Como me gustaría haber podido echar una foto de la mago agarrando el sol… Hubiera sido una foto estupenda.
Y la valla. Detrás de ella están todo cuanto amas, está la vida… Todo cuanto amo, la vida. Amar y vida en una misma frase, que miedo. Y si detrás de la valla está la vida… ¿Ahí estaba la muerte? Pues no tenía ni idea de que la muerte fuera amarilla, jajaja.
O sea que estaba de verdad en el fin del mundo, pero no del planeta, de mi mundo. Que curioso. ¿Y por qué no se puede cruzar la valla? Me refiero… Se supone que no puedes cruzar la valla porque detrás está la vida y tú, supuestamente, estás muerto. O no, quizás estás en coma o apunto de nacer, quién sabe. Pero… ¿Hay alguna fuerza sobrenatural que te lo impida? Aquella valla apenas eran trozos grandes de madera clavados al suelo…
Ay, qué mas da, era sólo un sueño… No sé por qué me interesa tanto.
Pero estaría bien descubrirlo.

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